Con más de un centenar de actividades programadas entre Barcelona y Madrid, el encuentro exploró una ciencia que pone en relación a los seres humanos, a la naturaleza y a la tecnología, y reivindica la idea de vivir y convivir. Una ciencia que ofrece oportunidades para un modelo de vida más sostenible.
En su primera edición, con un centenar de actividades y 125 personas invitadas, la Bienal reflexiona sobre cómo puede ayudar a la ciencia a resolver nuestras inquietudes, de qué manera hacer accesible el conocimiento científico y conseguir la implicación ciudadana, qué dilemas surgen de la relación entre ciencia, mercado y poderes públicos, y cómo podemos conseguir que todo lo que públicamente se invierte en ciencia sirva para el progreso y la transformación social.
La segunda Bienal se centró en el concepto de límites y reunió a un total de 138 ponentes del mundo de la investigación, la divulgación, el pensamiento y las artes que, junto con la ciudadanía, reflexionaron de forma abierta sobre el conocimiento y van poder explorar la ciencia en todas sus dimensiones.
Los vídeos de algunas de las actividades por si te las perdiste o por si quieres revivir algunos de sus debates.
La tercera edición de la Bienal Ciudad y Ciencia, celebrada entre Barcelona y Madrid desde el martes 21 de febrero hasta el domingo 26 de febrero, ha reunido a un total de 12.000 personas asistentes (8.500 en Barcelona y 3.500 en Madrid) que han participado en las 120 actividades organizadas entre ambas ciudades .
La química, el uso de los datos en las ciudades y la complejidad en el mundo digital, entre los principales temas del último día de la Bienal.
Los seis intensos días de esta tercera Bienal Ciudad y Ciencia llegan a su fin con una última jornada de actividades matinales no menos interesantes que las ya vividas. El domingo arranca con la lectura dramatizada sobre el descubrimiento del oxígeno, uno de los elementos químicos cruciales para la vida en la Tierra.
La quinta jornada del evento reflexiona en torno al sistema sanitario y destaca por la variedad nocturna de actividades.